Quijote

 

Estoy en contra de las injusticias.

No es una pose.

Cuando presencio una, algo se me revuelve por dentro y necesito intervenir; lo hago de forma refleja; de hecho alguna vez estuvo a punto de costarme un disgusto. 

Riesgo físico.

Hace muy poco viví como espectador una enorme injusticia.

Afectaba a gente que no me conoce ni jamás oyó hablar de mí.

Sin embargo me involucraba emocionalmente porque el actor tiene una posición dominante sobre los afectados; una posición de poder.

El autor tiene púlpito, secuaces, palmeros. Un enorme amplificador.

Y lo sabe. 

Y lo aprovecha.

Eso es poco ético. Es jugar sucio.

Cuando uno trabaja con personas, dejar cadáveres por el camino, despreciar, vejar, vapulear no es noble.

Eso no es excelencia. Es ruindad.

Y cuando una persona es ruin, lo será siempre. 

Se vista como se vista, se disfrace de lo que se disfrace.

El halo ciega, pero se apaga. Es efímero. Y luego queda lo que queda: cenizas.

Gente así no la quiero ni en pintura.

El problema es que no me vale con ignorarla.

Necesito hacer justicia

Soy quijote

Leave a Reply