Ejercicios de estilo

La semana pasada, en el Telegram del Blog de Aprendiendo GTD, hablando de no recuerdo qué,  Luis mencionó, nos recomendó, el libro “Ejercicios de Estilo” de Raymond Queneau.

Las recomendaciones que me hacen, nunca caen en saco roto. 

Capturo y aclaro; con frecuencia lo almaceno. 

Quizás algún día, me digo.

En este caso, sin embargo, el libro me resultaba demasiado familiar. Tuve la necesidad de constatar y  efectivamente no tardé en encontrarlo.

No lo había leído aún, así que le hinqué el diente al instante.

Queneau, construye a partir de una anécdota banal nada menos que noventa y nueve variaciones.

Noventa y nueve variaciones de un hecho intrascendente, nimio, trivial, insignificante, baladí.

Es un ejercicio literario, claro.

Noventa y nueve veces lo mismo. Pero cada vez distinto. Cada estilo refleja una personalidad, un enfoque distinto. Y si no lo hace debería hacerlo.

Qué pasaría si yo hubiese estado allí; qué hubiese visto, qué hubiese expresado.

Qué hubiese sentido.

Qué hubiese vivido.

Porque ¿cuántas formas distintas puede haber de ver, de vivir un mismo hecho? 

¿Tantas cómo personas?

¿Cada uno de nosotros lo hubiese vivido de forma distinta?

¿Cada uno de nosotros lo hubiese vivido de forma distinta según lo que le hubiese pasado el día antes, las horas antes, justo unos momentos antes?

Y todas son verdad. La verdad de cada uno.

Cada uno la suya.

No vemos con los ojos.

Vemos, sentimos, interpretamos, entendemos filtrando con nuestras creencias, con lo que somos,  para seguir siendo como somos.

No hay noúmeno, todo es fenómeno.

Cada vez somos más como somos. Cada vez seremos más como somos.

Es difícil aprender, no queremos dejar que nada nos enseñe.

Miedo

Mejor en tribus

Mejor en bloques

Protegidos.

No análisis

No reflexión

Todo heurístico.

No me compliques la vida, tío. Déjame en paz. Dámelo fácil.

Neuronas de vacaciones permanentes; neuronas prejubiladas; neuronas muertas

La vida es camino, y no meta.

Y si no le sacamos partido al camino, si no estrujamos, si no nos perdemos a veces, si no investigamos sus recovecos, se nos hará corto.

Y te digo una cosa, te recuerdo una cosa, tu y yo sabemos lo que hay al final de ese camino.

RIP

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